La gastronomía gallega es una de las más reconocidas en España por la gran excelencia de la materia prima utilizada. En los platos gallegos priman los mejores productos del mar, como percebes, bogavantes, vieiras, zamburiñas, merluzas y besugos, entre otras especies marinas.

La importancia de esta gastronomía regional se ensalza en las más de 300 fiestas gastronómicas que tienen lugar a lo largo de todo el año en la comunidad gallega, siendo algunas, incluso, de interés turístico nacional.  La feria del marisco de O Grove, en Pontevedra, se celebra desde 1963 y reúne a miles de visitantes que quieren degustar los productos de calidad de las Rias Baixas. 

Si por el contrario, se prefiere un menos frecuentado y con menos gente, entonces la opción es coger un barco en Portonovo, Sanxenxo, Marín o Bueu y dirigirse en corta travesía a la isla de Ons, incluida en el Parque Nacional das Illas Atlánticas donde se puede degustar el pulpo, preparado en «caldeirada», con patatas, y «bruños»; o sea, un primo del centollo, de menor tamaño y generoso en matices de sabores, además por supuesto del pescado de la captura del día.

Pero si la opción de embarcarse no gusta, quizás interese dejar Pontevedra atrás y seguir dando la vuelta a la península de enfrente, llamada O Morrazo, para alcanzar Arcade, el paraíso de la ostra, como la siguiente localidad de relevancia, Redondela, lo es del choco. Ostras también se toman en A Pedra, una zona de Vigo cercana al mar frecuentada por locales y cruceristas.

En cuanto a la oferta primordial de las Rías Baixas destacan las almejas, especialmente la variedad de O Carril, que hay que comer viva y acompañada con un chorro de limón. También tenemos que degustar en crudo la ostra, uno de los mariscos más aclamados en la zona y que sirven especialmente bien en el municipio de Arcade. 


El mejillón, es otra de las delicias gallegas por excelencia y se sirve de múltiples formas, cocido, a la vinagreta, en salsas o con guisos. Las nécoras, langostas, berberechos, vieiras o navajas también serán un lujo para nuestro paladar.

Ya en cuanto a los moluscos cefalópodos debemos destacar al choco, calamar y al pulpo. El «pulpo a feira» o «polbo a feira» es el plato estrella gallego que traspasa nuestras fronteras, es cocido y servido en un plato de madera, aderezado con aceite de oliva, sal y pimentón picante. Además, el pulpo también puede ser preparado a la brasa, a la plancha, en empanada o acompañado de cachelos (patata cocida).


Cambados, reconocida como Capital del Vino Albariño, también lo es por ser el único puerto de Galicia donde se permite la extracción de vieira, siendo este molusco otro producto estrella de la villa, al que se dedican unas jornadas de exaltación en la época estival.

En cuanto al vino Albariño, se dice que los monjes de la orden del Císter la trajeron probablemente de Francia a mediados del S XII. Estos monjes plantaron viñedos en los valles del Camino de Santiago, y desde allí llegó al corazón del Salnés, concretamente al Monasterio de la Armenteira, donde se cree que se plantaron las primeras cepas de uva albariño en Galicia. Estudios de ADN más recientes revelan que el albariño es una variedad 100% autóctona de Galicia, diferente a las demás, dado que tiene poco que ver con  las que se encuentran en el resto del mundo.

En cuanto a carnes, además de la ternera gallega tenemos que destacar el papel importante que ocupan los productos derivados del cerdo en la gastronomía de las Rías Baixas, como el cocido, embutidos, lacón con grelos, etc. Otra carne a destacar en las Rías Baixas es el cordero, sobre todo siguiendo la preparación de Moraña del carneiro ó espeto, es decir, se asa el carnero al estilo campero argentino.

Si ya hemos degustado mariscos, pescados y carnes, ahora nos falta la pizca de dulzor. En las Rías Baixas, podremos degustar arroz con leche, torrijas, leche frita, queso de tetilla con membrillo, cañas fritas rellenas de crema, requesón, filloas y chulas, entre otros postres representativos de la provincia.